AUTOCONTROL DEL GERENTE.
Una
de las aptitudes o destrezas más importantes de la inteligencia emocional es el
“autocontrol”, debemos controlar las emociones, se trata de comprenderlas, para
poder transformar la situación en nuestro beneficio, manifestarlas o inhibirlas
de forma adecuada; esto no significa que debamos reprimir o negar los
sentimientos.
El gerente,
para poder ejercer control sobre sus subordinados, es necesario que sepa controlar
primeramente sus emociones; su autocontrol es fundamental para modificar la
conducta organizacional necesaria.
Según
Goleman, para poder manejar los impulsos y las inquietudes que estos generan,
se deben desarrollar las siguientes aptitudes:
- Autodominio:
debemos aprender a manejar los sentimientos impulsivos, pensar con claridad y
no perder la concentración, cuando se esta sometido al trabajo bajo presión.
- Confiabilidad:
tenemos que actuar con ética, ser auténticos y así inspirar confianza, admitir
que nos equivocamos y hacerle frente a los que cometen faltos de ética.
- Escrupulosidad:
es necesario cumplir con los compromisos, ser organizados y cuidadosos en el
trabajo.
- Adaptabilidad:
debemos adaptar nuestras reacciones a las circunstancias, ser flexibles ante
los acontecimientos y manejar con desenvoltura diversas exigencias.
- Innovación:
y por ultimo debemos buscar nuevas ideas y estrategias para solventar
conflictos, aceptar riesgos y adoptar perspectivas novedosas.
Según
Wesinger, son nuestros pensamientos los que desencadenan nuestras respuestas
emocionales, no los actos de otras personas, y solamente nosotros mismos
podemos controlarlos, encargándonos de los siguientes tres componentes de
nuestro sistema emocional:
1- Es necesario
detectar nuestros pensamientos
automáticos que presentan las siguientes características: tienden a ser
irracionales, se producen con tanta rapidez que no nos da tiempo de cuestionarlos,
son crípticos, y conducen a razonamientos distorsionados.
2- Debemos
tomar conciencia de nuestros cambios
fisiológicos o respuestas emocionales, aceptar que se esta produciendo
un cambio, como incremento del ritmo cardiaco, presión arterial, aumento del
ritmo de la respiración o intensidad de sudoración; así podremos utilizarlos como un indicador de que debemos
controlarnos para no actuar de forma impulsiva.
3- Hay que
tomar control de nuestro comportamiento
o las acciones a las que tendemos; es necesario aprender a reconocer nuestro
comportamiento ante diferentes circunstancias, por ejemplo hay personas que
gritan cuando se enfadan, ríen cuando están nerviosos; debemos controlar
nuestro comportamiento para poder manejar nuestras emociones.
“Sabio
es quien sabe controlarse. Conoce tus debilidades para aprender a dominarlas”
Sócrates.
Ing.
Andreina González.
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